Cada año se celebra en Cataluña la festividad de Sant Jordi. Tiene lugar el día 23 de abril, llenando las calles y los hogares de rosas y libros, y de un incomparable ambiente cultural, de alegría y de concordia.
La costumbre es que los hombres regalen una rosa roja de Sant Jordi a las mujeres y ellas, a su vez, les regalen libros a los hombres, tanto entre las parejas como entre familiares y amigos.
Normalmente las rosas en este día han sido de color rojo, y la tradición de los libros, que se origina en los años veinte del pasado siglo y fue ideada por los propios libreros, conmemora el aniversario del fallecimiento de Shakespeare y de Cervantes.
Las rosas rojas simbolizan el amor romántico y la pasión, aunque también pueden asociarse a la amistad.
El origen genérico de este significado se remonta a San Valentín, sacerdote que casaba secretamente a los jóvenes guerreros, en un tiempo en que estaba prohibido, por lo que fue encarcelado. Enamorado de la hija de su carcelero, quiso declararse antes de morir, obsequiándola con una carta y una rosa roja.
La leyenda de Sant Jordi nos sitúa en Montblanc, localidad que, asediada por un mortífero dragón, se protegía ofreciéndole sus animales para que éste se los comiera. Cuando las bestias escasearon, comenzaron los sacrificios humanos, que se realizaban por sorteo. En un momento dado, le tocó el turno de sacrificio a la princesa de Montblanc, quien salvó la vida cuando apareció el caballero Jordi, que se enfrentó con valentía al terrible dragón, hiriéndole gravemente.
Para que los vecinos estuviesen convencidos de su victoria, el caballero y la princesa llevaron al dragón a las puertas de la ciudad, donde finalmente se le dio muerte. De la sangre que brotaba del cuerpo del dragón, surgió el más bello de los rosales cuya mejor rosa roja fue ofrecida por el caballero a la princesa.
Sant Jordi es el patrón de Cataluña, y ya en el siglo XV se organizaba en Barcelona una feria de rosas en su festividad. Hoy en día perdura la tradición de regalar rosas de sant jordi y libros, aunque no necesariamente los libros serán solo para los hombres y las rosas para las mujeres. Ambos son bien recibidos por todos.
Algo parecido ocurre con los colores de las rosas de Sant Jordi, que se adaptan más al gusto personal de cada uno e incluso al significado particular que con esa ofrenda se quiera dar. Las rosas amarillas y azules son muy demandadas. Las fucsia y color melocotón van ganando protagonismo.
En esos días encontraremos rosas muy originales, de colores y tipos muy variados, colocadas en los puestos o paradetas que los floristas montan al aire libre. Cada año aparecen nuevas tendencias. Por ejemplo, últimamente se está extendiendo la costumbre de regalar la rosa roja a la mujer y la blanca a la hija.
Sea como fuere, Sant Jordi continúa siendo un día muy hermoso para dar, recibir y disfrutar del colorido y el ambiente festivo.
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